LA ENTREGA INDESCIFRABLE
LA ENTREGA INDESCIFRABLE.
Una selección de poesía en femenino a través de Claros del bosque de María Zambrano.
A través de estos claros del bosque se divisan las vicisitudes de las poetas que dieron forma a la voz desconocida de la mujer en la poesía en castellano. Desde el siglo XVI hasta hoy mismo, momento en el que las poetas vivas están, trabajan y traducen la realidad en versos.
1.
Claros
del bosque
El humano esfuerzo queda borrado.
Ante el árbol que da visión entre las autoras de obra y vida.
Es para dar al interlocutor la posibilidad de multiplicarse en
diferentes voces y hechos para así hacer brotar en todas ellas
una sola voz que siempre da la sensación que ha vivido dentro
de un templo.
Un templo , más hecho por sí mismo, por “Él”, por “Ella” o, por “Ello”.
La humana acción no cuenta, y cuando cuenta da entonces algo de plaza,
no de templo.
El claro del bosque es un centro en el que no siempre es posible entrar;
desde la linde se le mira y el aparecer de algunas huellas de animales
no ayuda a dar ese paso.
Es otro reino que un alma habita y guarda.
Algún pájaro avisa y llama a ir hasta donde vaya marcando su voz.
Y se la obedece; luego no se encuentra nada, nada que no sea un lugar intacto que parece haberse abierto en ese sólo instante
y que nunca más se dará así.
No hay que buscarlo.
No hay que buscar.
2.
La metáfora
del corazón
Se queda sordo y mudo en ocasiones, circunstancialmente,
el corazón.
Es el temor supremo que acomete al escuchar como cierto
lo que se teme: “me buscabas y ahora, cuando te soy al fin propicio, te vuelves a ese lugar donde respirar no puedes”.
Son ellas seres vivientes que dirigen desde adentro su propia vida, por un canal que es un cauce del río de la sangre, donde la sangre se divide y se reúne consigo misma.
Como centro el corazón porque es lo único que de nuestro ser da sonido.
Otros centros ha de haber, mas no suenan.
Y sólo por él los privilegiados organismos que lo tienen se oyen a sí mismos.
3.
La entrega
indescifrable
Y se diría que la belleza toda sea el velo de la verdad y que
la vida misma que se nos da sea el velo del ser.
Y que su ser se le esconda al viviente mientras vive para desplegarse
solamente en la total entrega.
El sol que sigue; ya que antes de que las formas y las figuras aparezcan hay
mujeres que las guardan.
{Recital}
Ana Ares
Sonia Bueno
María de la Vega
María G. Zambrano
Marisa Peña
Cecilia Quílez
Beatriz Russo
Marisa Vaquero